DONDE SE COMENTA EL PADECIMIENTO DE LA PENTA-DERECHA, CON SUS GRANDES APELLIDOS (alcurnias), INFLUENCIAS (tráfico social, político-religioso), FLATULENCIAS (gases democráticos), MENTIRAS (errores), DOLOS (irregularidades) Y OTRAS MISERIAS CORPORATIVAS OBSERVADAS POR EL AUTOR.
I
¡Tanto señor elegante,
con apellidos tan finos,
–como pa’ nombre de vinos–,
actuando como atorrantes!
Pedían los intrigantes
como el mejor machetero,
o pasaban el sombrero
después de sus actuaciones.
Contra el pueblo, en las sesiones,
votaban por Don Dinero.
II
Igual que en las Escrituras,
antes que el gallo cantara,
la Ena ya lo negara,
acentuando su impostura.
Usando su investidura,
un coronel muy ladino,
convertía el agua en vino
para ciertos candidatos.
Repartiendo, sin recato,
se entretenía Jovino.
III
Igual que en las Escrituras,
tres veces negó el Ernesto
el negocio deshonesto
que pagó candidaturas.
Y salen, los caraduras,
más serios que perro en bote,
intentando no se note
que se está moviendo el piso,
negando su compromiso
con el agua hasta el cogote.
IV
El caso falsas boletas
ta’ pasando la factura
al team de la Dictadura
que hiede como mofeta.
Aunque salgan sin chaqueta
esta UDI popular
ya no consigue engañar
ni vale su moralina.
Dicen en voz con sordina:
–“Esto es sólo irregular”–.
V
Con las manos en la masa
los sorprende la justicia,
se retuercen con malicia:
–“fue un error irregular”–.
Al momento de falsear
documentos tributarios
salieron como Templarios
en busca del Santo Grial,
y hoy lo quieren empatar,
enlodando al adversario.
VI
Eso les pasa, señores,
por mezclarse con los rotos;
por andar comprando votos
pa’ ganar las elecciones.
Hay que tener asesores
que tengan un mejor roce,
y no anden dando las voces
cuando los dejen sin pega.
Con Wagner, otra vez llega
El Ocaso de los Dioses.
VII
El pueblo mira asombrado
que lleguen los caballeros
sonrientes y altaneros,
y ninguno va esposado.
Si fueran patipelados
los llevarían con grillos,
un peto grande, amarillo,
con el letrero “imputado”;
pero llegan relajados,
con la mano en los bolsillos.
VIII
Como son gente importante,
los citan a declarar,
y solicita el fiscal,
–“Tengan a bien, cuanto antes”.
Les ruega el solicitante
que le informen del traspaso
de los dineros del caso,
y dice, sin precauciones:
–“¡Váyanse de vacaciones,
y lo dejamos pa’ marzo!”–.